El Programa completo se encuentra en www.amepsa.org
Mientras tanto quisiera mencional del interesantísimo artículo publicado por Corinne J. Montes-Rodríguez, Emiliano Urteaga-Urías
Introducción.
Las experiencias adversas facilitan el desarrollo de enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad o la esquizofrenia. Sin embargo, algunos individuos muestran capacidades para superar la adversidad logrando un desarrollo físico y psicológico adecuado; este proceso se conoce como resiliencia.
Objetivo.
Discutir cuál es el sustrato neuronal de la resiliencia.
Desarrollo.
Se plantea que la resiliencia, neuronalmente, necesita sistemas que representen y evalúen el contexto (la situación adversa) para dar una salida conductual adecuada y que reorganicen la memoria de la situación adversa para poder contar otro relato a partir de los mismos elementos de la experiencia, es decir, un sistema que permita reorganizar los ensambles neuronales de dicha memoria.
En este sentido, no es casualidad que los sustratos neuronales involucrados en la resiliencia incluyan al sistema de la motivación-acción-recompensa (núcleo accumbens-área tegmental ventral), de las emociones (amígdala-hipocampo), del estrés (eje hipotálamo-hipófiso-adrenal) y de la representación, evaluación y discriminación del contexto (corteza prefrontal-hipocampo).
Se hace énfasis en mostrar cómo las experiencias adversas específicas modulan tanto la actividad del sistema neuronal de la resiliencia como la salida conductual de cada individuo.
Conclusiones.
Se propone que la plasticidad sináptica en estructuras que representan y evalúan el contexto son el sustrato neuronal de la resiliencia.
Específicamente, las interacciones corticohipocámpicas permitirían la reestructuración de las experiencias adversas a través de la reorganización de los ensambles neuronales.
Corteza prefrontal. Ensambles neuronales. Hipocampo. Plasticidad sináptica. Resiliencia. Vulnerabilidad.