Cuando hablamos del sistema de salud, nos referimos a todas las organizaciones, instituciones y recursos en un país determinado cuyo objetivo principal es mejorar la salud de la población. Los sistemas de salud involucran a una cantidad múltiple de actores que pueden organizarse de diversas formas y presentar diferentes diseños político-institucionales.
Existen factores que
ejercen un fuerte impacto sobre la salud de la población y son aquellas
condiciones en las cuales nacemos, vivimos, envejecemos, el tipo de trabajo que
realizamos y sus condiciones, el nivel de educación alcanzado, el lugar de residencia,
los ingresos, la alimentación, la raza, el género, la etnia, la situación
migratoria, entre muchos otros factores. En definitiva, los determinantes
sociales de la salud.
El impacto de los
determinantes sociales sobre las desigualdades en salud se produce tanto en
países en vías de desarrollo como en países desarrollados.
La pandemia encontró a
los países de América Latina con economías frágiles, crisis políticas,
desconfianza en las instituciones y sistemas de salud que debieron enfrentar un
nivel de demanda sin precedentes y se vieron obligados a reorganizarse
rápidamente para poder dar una respuesta.
La crisis sanitaria
actual nos evidenció (y profundizó) de forma cruel una realidad que ya data de
largo tiempo. Con avances y retrocesos, la desigualdad en salud siempre ha
estado presente en América Latina. La pandemia del coronavirus no hizo más que
mostrarnos su peor cara. Revertir esta situación es acuciante, y para eso
necesitamos pensar en estrategias con abordajes amplios e intersectoriales que involucren
y comprometan de forma simultánea a diversas áreas de la política social en
general.
El enfoque social de
la salud, se aborda a través de los Determinantes de la Salud y de éstos de
forma importante los Sociales, con estrategias y acciones de Promoción de la
Salud y de manera trascendental con la educación sanitaria.
La OMS describe los
determinantes sociales de la salud (DSS) como “(…) las condiciones socio
económicas en que las personas nacen, crecen, viven, educan, trabajan y
envejecen” éstas influyen en la salud de los individuos, las familias y las
comunidades en su conjunto.
Los DSS establecen el
grado en que una persona tiene los recursos físicos, sociales y personales para
identificar y lograr sus aspiraciones, satisfacer necesidades de salud,
educación, alimentación, empleo y adaptarse al medio ambiente.
La mayor parte de los
problemas de salud están vinculados de una u otra manera a las condiciones
socio económicas de la población que los padece. Sin embargo, en las políticas
de salud han predominado las soluciones centradas en el tratamiento de las
enfermedades, sin incorporar adecuadamente intervenciones sobre las “causas de
las causas”, tales como acciones sobre el entorno social.
La OMS describe los
determinantes sociales de la salud (DSS) como “las condiciones socio económicas
en que las personas nacen, crecen, viven, educan, trabajan y envejecen” éstas
influyen en la salud de los individuos, las familias y las comunidades en su
conjunto. Los DSS establecen el grado en que una persona tiene los recursos
físicos, sociales y personales para identificar y lograr sus aspiraciones,
satisfacer necesidades de salud, educación, alimentación, empleo y adaptarse al
medio ambiente. La mayor parte de los problemas de salud están vinculados de una
u otra manera a las condiciones socio económicas de la población que los
padece. Sin embargo, en las políticas de salud han predominado las soluciones
centradas en el tratamiento de las enfermedades, sin incorporar adecuadamente
intervenciones sobre las “causas de las causas”, tales como acciones sobre el
entorno social.